lunes, 16 de junio de 2008

Cruda de insomnio (y algunos paréntesis)

La noche anterior cambiaste de posición no se cuantas veces sobre tu catre o king size; hasta te paraste de manos. Respiraste profundo para relajarte si eres de la onda yoga, leíste cualquier cosa, contaste ya no borregos sino números (pues esos no se escapan del corral donde los metes) pero al llegar a esa cantidad perdiste la cuenta o de plano te aburriste, entraste al Messenger y no había nadie conectado a las 3am (obviamente) y hasta tomaste un vaso con leche tibia (siguiendo la recomendación de tu agüelita) o te preparaste el clásico té de lechuga (si es que había en el refri) y todo para que el mendigo sueño apareciera. La cosa es que no asomó y de repente (dando vueltas en la cama aún) empiezas a oír los primeros pajaritos cantores del día o al gallo (si es que tienes la ¿fortuna? de tener uno cerca). Te levantas con el cuerpo súper guango; tus ojos son dos jícamas con chile, tu aliento está más rugidor que de costumbre y para colmo es lunes; el trabajo o la escuela esperan ansiosos por ti.

Como puedes te hechas un baño que nada más no despierta y cada pierna y brazo le piden permiso a los otros para moverse. Andas zombi, con esa cara que sólo se pone después de ver 1 hora –sin interrupciones- el canal del congreso y no articulas. Incluso llegas a pensar que una cruda es mejor porque al menos cuando se trata de no dormir por asunto de alcoholes te la pasas bien y con suerte llegas a salvo hasta tu camita a dormir como un lechón. Y ahí andas todo el día dando vueltas, ves un sillón y te quieres echar aunque sea 5 minutos, si ves una silla también; cualquier cosa que te permita reposar.

Por otra parte envidio a la gente que concilia el sueño rápido, no se como le hacen, yo soy el clásico alucinado que cuando viaja voy todo el tiempo despierto, una cosa es que me guste disfrutar del paisaje y otra muy diferente es que vaya con ojos de búho a las 4am no haciendo otra cosa más que viendo a los que si van dormidazos y hasta roncando; chale, me dan ganas de darles una sacudida para despertarlos. Tuve una novia que dormía mucho; parecía larva (muy bonita eso si), lo único malo que le veía al asunto es que a los pocos minutos de estar sentados o recostados sobre cualquier cosa se dormía y yo me quedaba con mi cara de chango azorado ante su enorme facilidad. Supongo que Morfeo era más entretenido que yo ¡ja!

También con la edad (y eso que soy todo un chamacón) la resistencia a las develadas diminuye pues ya no es como antes cuando tu filosofía era la de la rola de los tucanes de Tijuana…“a mí me gusta vivir de noche / a mí me gusta la madrugada sha la la” Ahora es distinto, tus horas sueño no las malgastas tan fácilmente al menos que la ocasión lo amerite. Te dicen de todo; que fresa, que si ya diste el rucazo, que amargado, que ya no jalas, etc. Y la verdad es que ahora prefieres dormir más y mejor pasarla con tus amigos a otras horas.

La cosa es que las crudas de insomnio son fatales, mucho peores que chutarte un maratón de Mujer casos de la vida real (doblada al portugués) o algo por el estilo. Habrá que pensar un poco en por qué a veces no logramos dormir y tratar de arreglarlo, todo sea por una buena noche de descanso, ronquidos y sueños insólitos.

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