lunes, 16 de junio de 2008

De tara-novelas...



Algo que no me deja de asombrar es como las nocivas “telenovelas” han sobrevivido a lo largo de todos estos años. Desde que tengo memoria existen a pesar de ser pan con lo mismo y no ofrecer algo diferente, por eso he aquí algunas razones por las cuales he mantenido una sana y fría distancia con ellas:

1.- Porque los “pobres” no lo parecen. La mucama de la mansión más bien luce muy bien y a ninguna de las que he ido –muy pocas por cierto- he visto una sola que se le acerque tantito y luego el chofer por lo general es un galán de gimnasio que así como lo visten parece piloto de aerolínea.

2.- Por esas sus magistrales actuaciones dignas de un premio de la academia, pero de la “Academia de corte y confección Chayito” ya que de actuación no parecen saber gran cosa y te das cuenta porque simplemente no te la crees cuando actúan, aclaro, los hay muy buenos pero son muy pocos.

3.- Porque siempre hay una historia de amor entre un riquísimo y un pobre al que todos se oponen y en el final se acaban casando y sha la la… ojala eso pasara más seguido en la realidad… sería magnífico que la diferencia de clases no fuera obstáculo para los enamorados.

4.-Por sus súper villanos más malos que el reguetón y el bacardí adulterado porque sólo les falta un cuarto secreto de controles donde manden misiles atómicos igualitos a esos que salen en las del 007.

5.-Por sus nombres tan rebuscados como Fedra Antonia, Leopoldo Ricardo o Constanza María, claro, sin tomar en cuenta sus apellidos de los más rimbombantes y jalados y por la otra parte -la de los “pobres”- por sus sobrenombres como “El chicles” “Doña Chole” o “El tuercas”.

6.-Por sus diálogos tan poco naturales y espontáneos; en la vida cotidiana casi nadie habla así.

7.- Porque sus productores no apuestan por la innovación y no plantean tramas diferentes. Todo es repetición de lo mismo. Clara muestra es que últimamente a falta de ideas nuevas han aparecido varios refritos; historias cuyo éxito ya fue probado y las vuelven a hacer.

8.- Porque todo es puro concepto visual; de fondo hay prácticamente nada.

9.- Porque ya se que se trata de algo ficticio la cosa es que se les pasa la mano y es más fácil que llegue a ocurrirte algo como en la de La Guerra de las Galaxias que algo de telenovela ¡ja!

10.- Porque son un producto perfectamente diseñado para explotar la ignorancia de quien las ve y de paso enriquecer su pobreza intelectual, pero sobre todo para que la televisora y sus realizadores se llenen los bolsillos con mucha plata.

11.- Porque tal vez entretienen pero también matan muchas neuronas, si no se tiene nada que hacer es mejor salir a caminar, cambiar ese foco fundido que lleva meses, tomar una siesta, bañar al perro o leer cualquier cosa. Todo es mejor a aplastarse frente a la tele a ver una historia nada original con malas actuaciones.

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